Arcillas y aceites exóticos

Jabón de Aceite de Argán

Ingredientes:

Aceite de oliva

Aceite de coco

Manteca de karité

Agua de azahar

Aceite de argán

Aceite esencial de sándalo

Aceite esencial de azahar

Arcilla roja

Cúrcuma

La manteca de karité evita la deshidratación, protege del sol y el viento además de calmar las pieles irritadas. Tiene propiedades suavizantes, reestructura arrugas y estrías y mejora la elasticidad de la piel.

Enriquecido con aceite de argán puro en su traza, el cual contiene alto contenido en vitamina E, idóneo para combatir el envejecimiento y la sequedad de la piel.

El agua de azahar hecha en infusión, calma las pieles irritadas, tiene propiedades desodorantes y su aceite esencial mitiga la tensión nerviosa porque posee propiedades hipnóticas, sedantes ayudando a menguar la depresión. Le acompaña el aceite esencial de sándalo que aporta fuerza y ayuda a fijar el penetrante aroma del azahar, combate la sequedad de la piel al mismo tiempo que calma.

Jabón de sándalo, incienso y mirra

Ingredientes:

Aceite de oliva virgen,

 aceite de coco,

 aceite de babasú,

aceite de argán,

agua de manantial,

arcilla negra,

alga espirulina,

aceites de sándalo, incienso y mirra

Elaborado en su base con aceite de oliva virgen y aceite de babasú. Este aceite se obtiene de la palmera que lleva su nombre, originaria del Amazonas. Por sus características hidrata cualquier tipo de piel, potenciando las propiedades emolientes del aceite de coco, actuando con equilibrio con la arcilla negra por tener ésta propiedades desintoxicantes. El aceite de argán aporta una hidratación extra por su alto contenido en vitamina E.

Los aceites de sándalo, incienso y mirra ya eran utilizados en la antigüedad tanto para tratar afecciones tópicas, como para ser utilizados en ritos sagrados.

Así, el aceite de sándalo desde el siglo V A.C era utilizado en la medicina ayurvédica como purificador de ambientes y su aceite se utiliza en ceremonias religiosas hindúes. Los aceites de incienso y mirra ya aparecieron en el Antiguo Egipto como parte del ajuar funerario el primero y cómo preservador del cuerpo en la labor de momificación de los faraones. Por eso son denominados aceites sagrados.